12Twelve llegó a la grabación de este «L’Univers» (Acuarela, 2006) con las ideas bastante claras: llevar un paso más allá la propuesta ofrecida en «Speritismo» (BOA, 2003), y esto conllevaba dejar atrás los largos desarrollos de las canciones y darles un formato más, digamos, accesible. A pesar de que a algunos se les pueda arquear la ceja ante semejante cosa, la decisión del grupo barcelonés por abandonar los largos desarrollos haciendo que los temas tuviesen un minutaje menor, beneficia exponencialmente al disco y al propio grupo como podemos comprobar en el resultado final de este disco. A pesar de este envase más «accesible», las bases de ciertos temas son los más radicales que nos podemos encontrar en la carrera de 12Twelve, como podemos comprobar en temas como «9é 4º«, puro free jazz influenciado por Dereck Bailey, o «R2 Chapa«.
La idea original era grabar con Jim O’Rourke de productor pero, al intentar hacerlo, éste les dijo que estaba harto de producciones, por lo que volvieron al estudio donde habían grabado «Speritismo», a los estudios estadounidenses Electrical Audio con Steve Albini. Para el artwork del disco contaron con Ricard Bofill, del estudio barcelonés Jazzbo, que ya había participado en la elaboración del mismo en el anterior disco.
12Twelve en sus entrevistas siempre han reconocido sus gustos por la música cinematográfica de los años 60 y el sonido blaxploitation, en particular por el compositor Lalo Schifrin, y en un auténtico tour de force 12Twelve se plantean desarrollar este disco como su propia banda sonora donde tendrán cabida músicas de todos los estilos, ya sea jazz, post-rock, krautrock o funk. Un ejercicio atrevido y complejo donde el resultado final es una verdadera obra maestra en la que 12Twelve consiguen que cada tema sea bueno por separado, pero que tengan más valor en su conjunto. Así, el disco se inicia con «Mr. Gesus» que encajaría perfectamente en esa idea de música cinematográfica, y que abre el camino para descubrir «L’Univers», al igual que «Autobahn Polizei«, auténtica persecución policial gracias al frenético ritmo del saxo de Jens.
Desde luego es imposible obviar la importancia del jazz en el álbum, sobre todo en los temas más lisérgicos, más espirituales, como «La habitación de Albert«, la ya mencionada «Autobahn Polizei«, o «Profesor Alí» que nos retrotrae al jazz psicodélico de mediados de los 60 y 70, pudiendo entroncarlo sin problemas con Sun Ra, o aquellos cuya absoluta libertad abruma, como «9é 4º» o «R2 chapa«. A pesar de la deriva hacia el jazz del disco, no nos engañemos, 12Twelve son básicamente un grupo de rock. Si bien se refugian en la calidez de la sonoridad de aquel género, todos los componentes tocan los instrumentos -ya sea la batería, los teclados o el saxo- como un grupo de rock, como bien demuestran en «Ciencia para todos los públicos«.
Uno de las novedades más llamativas es la introducción en el sonido de 12Twelve de los teclados. El encargado de ello sería Jens, como en «Intonarumori«, que le da un aire muy progresivo al tema, o «Il Monstro» que con su toque funk consigue ese sonido blaxploitation que tanto les gusta. Y, aunque de un modo menos evidente, también podemos intuirlo en «La modelo» o «Com senyors«, donde se acercan al jazz-funk de los 70. Entre tanto desasosiego y apoteosis también hay terreno para paisajes más calmos y sosegados llenos de melancolía, como «Gitanita«, tema con el que supuestamente cierran el álbum, o «La modelo«. El disco acaba con un tema extra, la homónima «L’Univers«, un homenaje encubierto al «Freedom» de Charles Mingus.