En plena operación lanzamiento, Raphael era puro derroche. Solo así se entiende que cuando tiene entre manos su primer LP, edite un EP con cuatro temas de los que ninguno está contenido en ese long play. Y es que la capacidad de trabajo del artista, de Manolo Alejandro y del equipo que lo rodea fue bestial aquel año.
No es de lo mejor ni de lo más brillante de su carrera, de hecho este EP ha quedado casi reducido a rareza, pero evidencia las ganas desmedidas de triunfo que tenía el artista, que no tenía ningún miedo a rivalizar consigo mismo o a oscurecer otras producciones.
El tema principal es una balada rafaelista compuesta por Alejandro en la que luce voz y desgarro, reivindicando el amor juvenil como fuerza contrapuesta a cualquier problema. Un tanto coplera y enigmática resulta “Gitanos en caravana” con letra cargada de tópicos.
En la cara B también con dejes de copla y pandereta, Raphael abraza las canciones turísticas que tanto se llevaban en la España del desarrollismo. Falso acento canario que suena un tanto ridículo para “Canto a Tenerife”.