Tras el impacto que trajo consigo «Vacaciones En Vietnam» (Discos Humeantes, 2013), Jay vuelven a la carga con un nuevo larga duración. Un trabajo en el que afirman dejar a un lado el sonido lo-fi, consolidando una maduración que los sitúa en algún lugar entre Sonic Youth, Metz y la psicodelia más jodida.
Su sección rítmica continúa siendo atronadora, diseñada para taladrar cerebros en cortes breves e intensos. Eso queda patente desde la inicial «Heavy metal 6«. Los ritmos potentes y las guitarras aceleradas siguen siendo la tónica, pero en esta ocasión se percibe un sonido mucho más sólido que en su anterior entrega y una mayor limpieza a la hora de tratar las voces. «Achuchando» es la muestra del paso adelante que da la banda. Un corte armado con continuos cambios de ritmo, una melodía mística y una frase evocadora que se te cuela hasta el tuétano: «cosido a navaja«.
«Buen viaje» es un viaje iniciático, un corte con tintes redentores de ritual pagano que termina derivando en una tormenta eléctrica controlada, allanando el camino a «Heavy metal 7«. «Mal viaje» representa el ritmo y el control, el desenfreno y la pulsión de muerte. «Estoy notando la presión / no sé si podré salir / tanto tiempo este dolor / mi cabeza va a estallar«, así comienza «No aguanto«, el corte de los referenciales Indómitos que Jay se encargan de versionar. En su anterior entrega ya habían hecho lo propio con «El rapto«. «Tripical» es un acercamiento experimental a los ritmos tribales. Un viaje acertado a través de la selva virgen. «Yese» vuelve a los ritmos pesados y «AM» trae guiños a Andrés Magán y Fantasmage.
Jay continúan creciendo, permanezcan atentos a sus reproductores.