En LaFonoteca no somos muy dados a hablar de política. Simplemente creemos que: a) lo nuestro es la música, y b) no nos traería nada bueno meternos en según qué berenjenales; pero es que hablar de la carrera de Rosendo y no mencionar acontecimientos relacionados con la política es difícil, muy difícil. El madrileño no sólo es un guitarrista versátil y un frontman excepcional, es además un cronista de la realidad española, un meticuloso fedatario que anota todo lo que pasa para luego esbozar la sonrisa del que entona el siempre necesario y a veces fastidioso “te lo dije”.
Y es que estamos hablando de un disco del año 1996, año en el que la Moncloa cambia de inquilino y el título de «Listos para la Reconversión» encierra algunas de las inquietudes de Rosendo en aquel momento, repasen la actualidad de la época, hagan memoria y me cuentan, que servidor de momento no habla de política más.
En cualquier caso el disco nos ofrece un poco de todo como siempre nos hace el bueno de Rosen: temas a medio tiempo con el puntito macarra que tan bien se le da (“Amable” o “Listos para la reconversión” pueden ser un buen ejemplo de lo que digo); arrebatos de furia con goteo de colmillo incluído como “El uno por cien” y “Un paso de más”; y por supuesto ejercicios tan dispares como “Dando vueltas a un farol” con su toque medio rockabilly, la balada a golpe de armonio “Tus ojos”, la experimentación instrumental de “Inmersión” y el blues destartalado y semi industrialoide de “Cerca del cercao”.
El disco supuso el fin de una etapa en la carrera de Rosendo, le seguirían una banda sonora y un cambio radical en el sonido y la composición de su banda, pero para eso habría que esperar un poco.