Marfer ofrece a Valen la posibilidad de volver a grabar casi dos años después de la finalización de su relación con RCA, pero el cantante granadino vuelve a colocarnos una balada poco imaginativa con mucho violín, mucho coro, letra muy de aquella época de aquellos primeros años de la Transición, pero con poca enjundia musical.
Aunque podría haber seguido trabajando en España y hasta cierto punto viviendo de éxitos anteriores, Valen decide cerrar de momento su carrera y viajar a América, donde sus temas románticos eran mucho más apreciados que aquí.