Llevando al límite su concepción musical, L’Hereu Escampa debutan mediante seis cortes inflamados en emo-punk, grabados en directo, a través de una palpitante urgencia que se transmite por cada uno de éstos.
Veintidós minutos sudorosos a más no poder. La primera prueba discográfica de Carles y Guillem es un cruce continuo de gritos existenciales entre riffs secos y percusiones de cartón aporreadas con fiereza agónica. Durante el trayecto, a las archimencionadas influencias de Japandroids y No Age, no es difícil sumar ecos del post-hardcore agreste de Rodan y la alargada silueta de Washington D.C. Con estos mimbres y un sentimiento de coherencia total en todo lo que suena tras cada surco del disco, L’Hereu Escampa manufacturan un prometedor debut.
En cuanto a las canciones, el dúo de La Plana se muestra más efectivos en el cuerpo a cuerpo de “Consol, condol” y “Fet i amagar” que en los construcciones con mayor desarrollo instrumental -“L’estampa«, “Mà freda”- o de corte aletargado -“Les vaques”-, dejando claro que a estos dos guerrilleros del rock de trinchera aún les queda mucho por definir y mejorar a partir de un trabajo que, eso sí, augura logros mayores en el futuro.