Último disco con Philips conteniendo dos temas ajenos traídos al particular estilo vocal del trío. Aromas de espiritual negro en el tratamiento de estas “Letanías de verano” con una buena voz solista y un cierto cadencioso aburrimiento en el tono general de la pieza.
Por el otro lado, una canción implorante arreglada por el prolífico Augusto Algueró que nos presenta el habitual complejo entramado vocal del grupo al servicio de un tema de escasa originalidad, aunque de empaque orquestal bastante interesante.
Como ocurre en muchos de los discos de Los H.H.Añade este contenido, lo mejor en la cara B.