L’Ennui

Aprovecharon VVV [Trippin’ You] la oportunidad que les brindó el haber ganado el certamen Autoplacer para facturar esta verdadera tarjeta de presentación en modo de Lp

L’Ennui hace referencia en su título, a la melancolía, la depresión, y son precisamente estas coordenadas anímicas las que parecen vertebrar los ambientes en los que se desarrollan los temas del disco. Veáse, por ejemplo, casi en sus comienzos «Nunca estuvimos tan lejos». Atmósferas etéreas, densas y planeadoras, que parecen colocarles cerca de la cultura intimista del after punk. Es quizás por ello que al grupo se le asoció desde entonces a la oscuridad y los claroscuros anímicos.

Son éstas las quietudes emocionales y musicales de «Te buscas en mis ojos»

Sin embargo, la trayectoria del grupo discurriría más tarde por otros derroteros más pegados a la electrónica, a veces incluso violenta. Algo que ya sugieren, por ejemplo, en «Hoguera» o «Vodka y percocet», cercana a la cultura de fiestas de techno, alcohol y química, que, sin embargo, se mantiene siempre en una cuidada quietud.

Intrincados laberintos de pérdidas y culpabilidad en «Ciudad dormitorio» en el que una atmósfera robótica los mezcla todo musicalmente.

Probablemente «Oscura plata» aúne de manera insuperable el espíritu de sintentizador de los 80 con la fría descripción de sensaciones emocionales en el marco de fiestas de sofás. «Me miras como si existiera la verdad» cantan en el que a mi juicio puede ser el momento más sobresaliente del disco.

«Todo bien» tiene algo de misa negra y «Bombo negro» está compuesto a partir de electrónica rabiosa y autotune. El blanco se torna en negro admiten en esta última.

Para cerrar el que es, en realidad, el debut propiamente dicho de VVV [Trippin’ you], las burbujas sonoras de «Alt F4».

Un disco interesante que tiende puentes entre mucho del synth pop de los 80 europeos y nacionales con un modo de entender la electrónica en el contexto actual de una juventud que bebe miles de vertientes diferentes en ese contexto.