Los Mustang seguían empeñados de imponer el snap como el baile de moda entre los múltiples ritmos que pregonaban la mejor manera de menearse en las pistas y guateques. Ya el año anterior habían hecho un intento y ahora volvían a la carga con palmoteos y palabras en el siempre dulce francés.
Entre las restantes canciones de este flojo EP una agradable sorpresa y una de las pocas incursiones del grupo en el rock and roll clásico. Una versión muy digna del “Maybe baby” de Buddy Holly, que al fin y al cabo es lo único salvable de este disco.