L’Ambôccá

El disco con el que comienza la andadura de Califato 3/4. Reunidos a finales de junio de 2018 en un cortijo que caía a la sombra de Aznalcollar (Sevilla) para crear el ambiente de trabajo y diversión idóneo en el que funcionar a gusto. Cosa que, además, no tienen problema en dejar plasmado, incluyendo las conversaciones entre ellos en el momento mismo de grabar. Planteado por tanto como un ejercicio de experimentación, casi sin expectativas definidas, fue, sin embargo, lo satisfechos que quedaron con el resultado final, lo que les llevó a consolidar el proyecto.

Desde el principio, tal y como queda claramente establecido en el texto manifiesto del interior, existe la intención de recuperación histórica de las componentes de los pueblos negros, gitano, musulmanes que, según entiende el grupo, ha sido amputada de la historia andaluza. Y, claro, como productores y expertos en música electrónica, son esas las herramientas principales con las que acometen la labor.

«Arperxin» apuntando al mundo de la aceituna, símbolo y pilar andaluz, está construido a ritmo de percusiones amen break desenfrenadas, generando atmósferas de psicodelia electrónica en las que se oye hasta una guitarra de Manuel, el de Lole y Manuel.

Rezuma todo el álbum (y en especial momentos como «Ar-Xapâh» o la misma «L’ambôccá») un poso de elegancia, de atmósferas serenas, un poco en el mismo tono de electrónica pausada de Gotam Project y su lectura electrónica del tango.

Pero efectivamente lo que prima es la valentía para incluir la música tradicional andaluza en muy diferentes vertientes en una matriz de techno y producción electrónica, fusionando componentes tan diversas como Tupac Shakur o Carlos Cano.

Psicodelias a base de ecos y ritmos sincopados, coros andalusís y recitados de spoken word lisérgico distorsionando la voz al micro, a partir de mosquitos fraticidas («Hambre de çangre»).

Un disco rompedor, con música y propuesta innovadora, que no es más que el pistoletazo de todo lo que estaba por venir posteriormente