Lagartija Nick

Lagartija Nick

La curiosa evolución de Lagartija Nick los llevó de un sonido con raíces ruidosas americanas (de americanos como The Stooges y Sonic Youth), a el "interludio" que supuso su colaboración con Enrique Morente en "Omega" (El Europeo, 1996) y de éste a abrazar completamente el metal con "Val del Omar" (Sony, 1998), sin renunciar a sus inquietudes místicas (aquí muy bien respaldadas por los versos de José Val del Omar).

Este sonido más cercano a los popes del "invento" (Biohazard, Machinehead, Sepultura y, sobre todo, Fear Factory) tiene su continuación en "Lagartija Nick" (1999, Zero), donde siguen buscándose. La marcha del combo granadino de Miguel Ángel Rodriguez y Juan Codorniu (guitarristas desde el principio) provoca la entrada de Paco Luque y Andy Changó, que provienen del mundo del metal (Paco Luque y el, ahora, batería fijo de la banda, David Fernández habían militado en Sin Perdón).

Ahora no suenan tan industriales, aunque "Solaz" recuerde mucho a "TV O" de Ministry (las dos tienen un rápido y agudo riff de guitarra). Pese a que los sintetizadores y los samplers son parte de un todo, no se dejan llevar tanto por las máquinas como en "Val de Omar", a pesar de que "Esferas" cuenta con una larga introducción en clave drum ‘n’ bass y que "Help me please" sea un delicioso entretiempo casi lounge, hecho a base de samples.

Pero el disco se muestra irregular. Concebido como una suerte de obra conceptual de tres partes ("Durante el Lanzamiento", "En el Espacio", "Vuelta a la Tierras") sobre el tema espacial, los mejores momentos del disco recuerdan más a los Lagartija Nick de sus tres primeros discos (que ya eran bastante avasalladores sin necesidad del doble bombo). Como "No somos máquinas", que incluye, como muchas canciones del disco, la voz de una computadora (¿o es Stephen Hawkin?) que insiste una y otra vez en que no somos máquinas (a uno le recuerda el grito de aquella de Black Flag "I’m not a machine!"). Ésta nos lleva a los tiempos de "Su" (Sony, 1995) con su deje más siniestro e inquietante. "Mar de Tranquilidad" cambia los riffs duros a lo Max Cavalera por un oscuro y delicioso arpegio. Por otro lado "Azora 67", pese a seguir al pie de la letra todos los tópicos metal contiene un inmenso estribillo donde Antonio Arias está especialmente acertado: "Demasiada luz, demasiada luz. La luz oculta estrellas. Mi cielo está vacío con demasiada luz."

Sin embargo, en general, lo que con "Val del Omar" parecía encajar perfectamente aquí es una prolongación un tanto forzada (a pesar de las diferencias evidentes que hay entre ambos discos). Las letras de Arias se acercan más a José Val del Omar, que a su visión nihilista del mundo en "Inercia" (Sony, 1992) y el conjunto desmerece. La visión cibernética que con los versos de Val del Omar cobra sentido y vida, en "Lagartija Nick" recuerda a la más efímera de William Gibson y otros profetas del metal y la carne. Curiosamente, siguendo esa voluntad de "disco conceptual", la letra de "Newton (Espacio 1999)" está  basada en declaraciones del astronauta español Pedro Duque.

"Lagartija Nick" es un buen disco y, es posible, que sea su cenit "técnico". Pero el problema es que continúa a dos hitos del grupo. No obstante, recomendable.

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Tracklist:

CD 1

  1. Esferas
  2. Éter
  3. Pñlsar
  4. Del fin
  5. Alpha
  6. Mar de la tranquilidad
  7. Newton (espacio 1999)
  8. Help me please
  9. Ondas de fluencia
  10. Azora67
  11. Tao te king
  12. Dentro
  13. No somos máquinas
  14. Solaz
  15. Diafanoids

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