De nuevo el buen pop regresa a las gargantas del grupo con “Lady Love”, que Tony Marín había compuesto para sus viejos y nuevos compañeros. Un tema fuerte con garra, voces blandas y música dura con una sobresaliente sección rítmica y un saxo tenor que se marca un sencillísimo solo que sirve de puente a todo el desarrollo: “Mirala, ahí está, Lady Love”. Un tema comercial en el mejor sentido de la palabra. No es de extrañar que a pesar de estar editada en un sello menor y carecer de propaganda se colara de nuevo en las listas de ventas y popularidad.
Más pop por el otro lado, aunque con menos calidad que en la cara A. “Azucena” tiene pretensiones de canción veraniega, pero intenta camuflarlas, quedando en una especie de quiero y no puedo. Para cara B vale, pero de ahí no pasa.