RCA quiso convertir a Valen en un Raphael o un Luis Gardey; es decir en un cantante tipo crooner y pinchó porque Valen era otra cosa. Lo suyo era la confidencia de un colega y no el divismo del que mira desde arriba del escenario. Este single es una buena muestra de esto y sus dos temas quedan lejos de la calidad y estilo de los que le habían encumbrado el año anterior.
La más salvable es la cara B a ritmo de marcha que habla de cohetes, ferias, banda de música y fiesta pueblerina. Otra letra descriptiva y rural, pero esta vez desmentida por una música engreída y estridente.