Se decía que con la música de Los Mitos uno nunca sabía si bailar suelto o agarrao, dada la cantidad de cambios de ritmo que contenían sus canciones. Un buen ejemplo de esto lo tenemos en “La vida es una canción” que se inicia con un recato clerical para dispararse con un ritmo dislocado en la que Los Mitos siguen luciendo su mejor arma: sus voces, aquí especialmente influidas por sus ídolos del primer momento, Beach Boys, o los posteriores Bee Gees. “Canta, cariño, canta” es una canción melódica típica de aquellos primeros 70, cuya escucha uno puede ahorrarse tranquilamente.
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