Cambio radical de la ambientación y el estilo, buscando una aclimatación a los gustos musicales. Ariola buscaba un lavado de cara y que pasara de ser un crooner engolado a un vocalista moderno. Para ello recurre a “La tierra” de claro contenido religioso animado por unos coros y un conjunto instrumental que impelen fuerza al himno que Guardiola canta con su voz perfecta.
La cara B abunda en lo mismo. Es una balada de las de toda la vida, pero condimentada con alicientes de vientos souleros y ritmo chunda chunda suena distinto a lo que este cantante nos tenía acostumbrado.
Un single que pasaría desapercibido, pero que indica a las claras las ansias de evolución y lo bien que le había sentado al cantante ponerse a trabajar en el equipo Ariola.