E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R así es este disco conceptual de Barricada, una maravilla sonora de cabo a rabo. Lo más comprometido y de lo más auténtico que han hecho nunca. Pero me parece que me estoy adelantando. Empecemos por el principio.
Un buen día cae en manos de Drogas una novela, "La Voz Dormida" (2002) de Dulce Chacón. Al bajista le apasiona la novela y se da cuenta de que hay muchas historias que contar de ese episodio de nuestra historia, y también de que la historia la escriben los vencedores y no los vencidos. Con la misma cabezonería que le ha llevado a tener un grupo de rock de éxito, Drogas empieza a leer libros de la Guerra Civil como un poseso; a lo tonto, a lo tonto empieza a conocer muy a fondo el horrible conflicto, y ni corto ni perezoso empieza a entrevistarse con supervivientes de la guerra, pero del bando perdedor. Oye historias de fosas comunes, de cárceles, de denuncias en la postguerra por estar cinco personas en una casa sentados alrededor de una mesa, de familias separadas por opiniones políticas; un episodio horrible aún en nuestra memoria, y unas historias tremendas a las que Drogas decide ponerles voz. Acompañando al disco también se incluía un libro escrito por Drogas.
De alguna manera este disco llega muy adentro; de sonido particularmente oscuro, desde el principio vemos que estamos ante un disco conceptual, en “Desfilan” Drogas va señalando a los principales golpistas y, poco a poco, se van desgranando los capítulos de la obra. Historias aparte, el disco está musicalmente lleno de novedades: tenemos baladas acústicas como “Matilde Landa” y “Suela de alpargata”, apariciones de teclados en “Los maestros”, “Sotanas” por su parte incorpora un solo de talk box además de criticar el papel de la Iglesia en el conflicto.
Por todas partes la obra (porque llamarlo disco me suena a poco) rebosa emoción, el solo de guitarra de Piedrafita en la descarnada “Pétalos” hizo que se me pusieran literalmente los pelos de punta, y no faltan temas llenos de ira y muy macarras como “Agua estancada” o “Es una carta”.
Sin duda la obra más ambiciosa y sobrecogedora de los navarros en la que lo han dado absolutamente todo. Una obra maestra de escucha obligatoria. He dicho OBLIGATORIA.