Tras imponerse en la primera edición del concurso Pop Rock Ciudad de Burgos, celebrado en la discoteca Armstrong en febrero de 1984 como Modesty Blaze, el trío burgalés ficha por el sello CBS que les cambia el nombre por uno más comercial, Magenta. Su música estaba influenciada por la new wave británica de tintes más oscuros y por el movimiento de los neorrománticos nacido pocos años antes. Sus canciones estaban apoyadas, mayoritariamente, sobre teclados y cuerdas -no podemos obviar que el elemento diferenciador de la banda era que tenían una violinista-.
El álbum es producido y arreglado por Nacho Cano (Mecano) en diferentes estudios madrileños, mezclado por Luis Fernández Soria en Audiofilm, y tiene como ingenieros de sonido al mismo Luis, a José Vinader y a Joaquín Torres. Además, cuentan como músicos de apoyo con el bajista Esteban Cabezos y el batería Arturo Terriza (Agamenón, Álamo, Greta). El diseño artístico del vinilo fue obra de Stvdio Gatti, con fotografías de Alejandro Cabrera y Julio Limia.
Los cortes más destacados del disco son los que abren las dos caras del vinilo, «Detrás de mí» y «La reina del salón«, perfectas cartas de presentación del grupo y donde mejor combinan música y lírica, con unos arreglos justos para hacer brillar las canciones sin opacarlas. Esto también se nota en «El pasillo estrecho«, cantada en francés. Precisamente los arreglos de Nacho Cano fueron el caballo de batalla durante la grabación del disco, y es que algunos cortes se pierden debido a la ampulosidad de los mismos como en «Los salvajes» o «Memorias de acordes«. Las burgalesas se mueven mejor cuando su música transita en pasajes más desnudos y oscuros.
La ya mencionada «Detrás de mí«, junto a la instrumental «Transilvania«, fueron incluidas, posteriormente, en la banda sonora del filme «En Penumbra» (José Luis Lozano, 1985). «Transilvania» no será el único tema instrumental del disco, ya que también incluyeron «Sacromonte«, ésta con aires árabes.
Sobre su lírica, las burgalesas se decantan por la oscuridad con aires misteriosos y tenebrosos como en «Detrás de mí» o «Luzbel«, pero también muestran un lado más frívolo como en «Sin botas» o «Los salvajes«. Este último, un corte bastante olvidable, con un humor negro muy cercano a la movida madrileña, que no pega mucho con el estilo del grupo, ni con el tono general del LP.