En 1993, un Juan Pardo con los cincuenta cumplidos hace este LP cargado de homenajes, unos íntimos como el de “Candelita”, otros universales como el que rinde a la reina del fado, Amalia Rodrigues. Un disco en el que el maestro José Antonio Quintano, siempre en la sombra, dirigiendo instrumentaciones y arreglos y esta vez también al piano, juega un importante papel.
“La Niña y el Mar” (Hispavox, 1993) es un disco de atmósferas inquietantes, casi bélicas en la pacifista “Bandera sin fronteras“.
Mención aparte merece la canción que da título al disco. Rebosa andalucismo y su letra suena a Alberti, una canción que destaca poderosamente sobre las restantes, a pesar de que otras con bastante menos calidad como “Candelita” se escucharon más y el propio cantante las exhibió en televisión.