Cuatro años después de su último lanzamiento, ya en 1981, Hilario Camacho entra en la década de los 80 con uno de sus discos más famosos y celebrados, en el que incide en las mismas influencias (jazz, salsa, blues), aunque con un mayor acercamiento a sonidos pop, y en el que se encuentran varias de sus canciones más conocidas, como “Final de viaje” o “Madrid amanece”.
Producido por Joaquín Torres, se trata de un disco musicalmente no tan redondo como los anteriores, pero sí se nota una gran mejora en cuanto a letras y, además, cuenta con grandes canciones, como las citadas, "Nube de arena", "D.C.O.D." o "Letanía" y, sobre todo, "Tú", una especie de bolero y una de las canciones más románticas que ha escuchado quien esto escribe.
El sonido, con una producción muy de su época, muy ochentera, ha envejecido regular (tirando a mal), pero la voz de Hilario Camacho, cada vez mejor, y el nivel de canciones como las citadas se basta y se sobra para mantener en pie el disco.