Debut de los catalanes La Inquisición que pusieron en forma de vinilo los primeros temas que tenían en su repertorio. Lo grabaron en un estudio de la zona de Poble Neu de Barcelona y se presenta con un sobrio pero efectivo logo con el nombre del grupo en amarillo sobre fondo negro.
Comienzan con un explícito varapalo a la «escena de mierda» que les ha tocado vivir y en la que dicen quedaban atrapados. Pero lo hacen a partir de letras que distan mucho de ser diatribas directas y consignas en cadena: “Idiotizados y anulados por un sistema que es igual a todo lo que deshechas / celebrando la vanalidad mediocre de una movida muerta / abrazando la inútil indiferencia de algo que se ha perdido, se ha corrompido». Más bien parecen preocupados en la composición de textos trabajados y que vaticinan el posterior cripticismo que tendrían posteriormente.
Música potente que bebe tanto del punk de la calle del que vienen muchos como de un rock vitaminado de guitarras potentes. Melodías vocales que se apoyan en coros y una garganta rota del vocalista, todo retrotrayendo a los aires de banda británica bebiendo de las mismas fuentes que, por ejemplo, Cockney Rejects.
Disparos y lágrimas, las de Levi Stubbs, las mismas que utilizara Billy Bragg, para el paso estacional con nostalgias y ansias de reunión de «Febrero«.
Se abre la cara B con dolor, heridas que sangran y un endurecimiento general de la propuesta. Las aventuras de la guitarra cuando cobra su cuota de independencia habla de las querencias por el rock duro.
«Fe y gloria» introduce frescura. En el equilibrio entre voces y melodía, parecen haber apostado por rebajar un poco la tensión y aunque todo se canta con la crispación habitual, se aprecian unas maneras algo distintas, con parones repentinos que llevan a reconstrucciones épicas en lo que se canta «La derrota de la historia nunca acabará con nuestra de y nuestra gloria«. Sin duda, uno de los momentos sobresalientes del disco.
El cierre lo pone «Perdido«. Conciencia, calles, inquietud y juventud están muertas.
Gran arranque de una banda que promete grandes cosas.