Grabado en los estudios Oasis de Madrid con Kosta Vázquez, guitarrista de Boikot al cargo de las cuestiones técnicas.
Contaron con colaboraciones externas para teclados y sección de viento, además de las voces de Podri (Rat-zinger) y Fermín Muguruza para el último tema del disco («Los mató el Estado»).
Alternan momentos de rugidos con aires inusualmente dulces, como varios de los comienzos: el de «No hay paraíso» o «D.E.P.» dedicada a la memoria del padre de cantante. De todas maneras, enseguida queda claro que las canciones vienen vertebradas por coros pandilleros y, sobre todo, la garganta seca y rotísima de Sku. Igual ocurre con «Nuestros mejores momentos», en el que se reproduce incluso una conversación con la madre que le ve llegar a casa con la cara ensangrentada.
Las ganas de evolución o, al menos de expansión del sonido principal se aprecian en los aires casi tropico-skatalíticos de «Me desangré». Tras la velocidad imprimida en «Hasta la sepultura» en «Vacaciones en el bar» parecen injertar un ritmo casi vaquero al que siguen luego coros, una sección de viento y el murmullo proveniente quizás de la barra de bar.
Son innegables la predisposición a combatir cualquier atisbo de inmovilismo.