Tras un comienzo espectacular en el que por fin parece haberse afianzado del todo Daniel en su labor de vocalista con «La evolución de las costumbres», incluso con una lírica de nuevo bastante elevada («se hacen ferias de muestras de la modernidad, a los cuentos de niños se les cambia el final, son los tiempos modernos, que nos tocan vivir, se aplazó el sueño eterno, es mejor no reir») y con el aura del post-rock de grupos como La Dama se Esconde. Así se inicia esta «La Evolución de las Costumbres» (Mercury, 1986), último esfuerzo de la formación.
Pronto la introducción de un saxo nos hace volver a la más cruda de las realidades. El recurso más fácil posible nos pega un puñetazo en la boca del estómago para que de una vez por todas asimilemos lo que todo el mundo ve, como esa relación de pareja que pende tan sólo del hilo de la cobardía, negándose a aceptar lo evidente. Así estaba La Mode. Más que acabada.
Tras varias reconciliaciones de rigor, se vuelve a caer en los mismos errores, una y otra vez. Y no podemos culpar a nadie por ello. Se ha puesto lo mejor de uno mismo. Se ha intentado. No se ha conseguido. Sin más.
El tiempo pasó. Y consigo se llevo lo que más queríamos. Nunca volveremos a ser igual de felices. Pero seguramente algo parecido.