Se preguntan en la «Guía Esencial de la Nueva Ola Española» (Rock Indiana), mero y grueso censo de La Movida, si los Aviador Dro fueron o no unos meros Devo a la española. Lo cierto es que estéticamente plagiaron bastante a los de Akron, pero en cuanto a sonido, si bien bebieron de ellos -como de muchos otros- no veo una especial o sangrante emulación. De hecho, me atrevo a decir, y aún con todo el riesgo que conlleva, que ya les hubiera gustado a los Devo haber firmado canciones como las contenidas en este sencillo, especialmente «La chica de plexiglás», presente en este sencillo de presentación.
La cara B contiene además, una canción trepidante y agónica, con una voz robótica al límite de baterías (menos que Bernardo Bonezzi en sus Zombies). La perfecta sintonía para una melodía de dibujos animados futuristas.
Pop electrónico, marciano -sobre todo para la época- y letras cibernéticas e ingeniosas -sobre todo en estos primeros compases- que se convertirían en una constante en la dilatada carrera de los obreros especializados.
«Rá-pido, sinté-tico, á-ceroso, frené-tico, lí-quido, metá-lico, fotó-nico, botá-nico… ¡LÁ-SER, LÁ-SER, LÁ-SER, LÁ-SER!».
La reedición que haría Movieplay en 1983, una vez entendido el craso error que fue no darle más cancha al grupo tras los primeros EPs, contenía estos dos y los temas «Vano temporal» y «Gelstat«.