Cerca de las Navidades del 64, en un momento difícil de su carrera, Lone Star tropieza con un tema magistral venido desde las brumas del norte de Inglaterra, donde un nuevo grupo llamado The Animals arrasaban con “The house of the rising sun”. Hacen una versión buenísima en castellano que vende casi tanto como la original y que supera a otras, como las de Bruno Lomas, Los Diablos Negros o Los Ágaros. La limpieza del arpegio inicial, el ritmo en los platos y el papel secundario del órgano, tocado por el propio Pedro, envuelven la voz desgarrada del cantante cargada de matices y trabajada nota a nota. Todo eso hace que Lone Star consigan una verdadera maravilla.
El resto del EP queda un tanto descolorido al lado del tema principal, destacando otro tema de Animals: “Yo lloro” y una visión acertada del “I feel fine” de Beatles.
La estrella de Lone Star capta por fin el brillo del sol naciente. Desde ese momento, Lone Star harán los covers del grupo de Eric Burdon, al que pillarán el punto de manera excepcional.