Único single sacado del LP «La Casa de San Jamás» (Acción, 1972) con desigual encarte en sus dos caras.
La cara A viene ocupada por el tema más atractivo del citado disco. Una composición propia de Honorio Herrero y Manolo Díaz cargada de candor y que nos quiere conducir a la reflexión sobre la cooperación y entendimiento pacífico con los demás seres.
En cambio, la cara B está ocupada por un tema poco representativo del contenido de ese long play, ya que se trata de un largo recitado que nos anima a adentrarnos en la mágica casa de San Jamás, pero que en sí no forma parte de las canciones que, una a una, constituyen el verdadero cuerpo de este trabajo.