La Cabeza

Blacanova se despiden por todo lo alto con «La Cabeza» (El Genio Equivocado, 2018). Se van como de puntillas, sin hacer mucho ruido, pero entregándonos una brillante colección de canciones. Le dedican el disco a Tod Browning, responsable de películas de culto como «Drácula» (1931) con Bela Lugosi y especialmente «Freaks (La Parada de los Monstruos)» (1932), «sin su inspiradora parada de los monstruos, Blacanova nunca habrían existido«. De hecho, la banda toma el nombre de Olga Baclanova, una de las protagonistas de la película. Eso sí, alterándolo a Blacanova.

Los sevillanos subliman su sonido, consiguiendo que su mezcla de shoegaze, noise, dream pop, post rock y cierta cadencia oscura coldwave, alcance un nuevo nivel. Nos encontramos con la melancolía infinita de «El arte de amar«, una canción con espíritu dream pop salpicado por sombras que consiguen encoger el corazón. Ecos shoegaze muy cuidados, mimando texturas y detalles, superponiendo capas de manera eficaz.

El dream pop luminoso con cadencia psicodélica es el protagonista de «Una mujer venezolana«, un corte en esencia pop y muy accesible, mientras que «Zoe» se mueve en terrenos cercanos al kraut y al noise, remitiendo a Slowdive, Ride o incluso a Los Planetas.

Estamos ante un disco de matices, de segundas escuchas, de guiños ocultos y canciones que crecen con mimo y delicadeza. Para muestra, canciones etéreas como «Esa sensación«. Hay también misterio, poesía y oscuridad como la que trae «El ángel exterminador«, la extinción humana llega por sorpresa, empapada en reverb; medios tiempos cargados de delicadeza que suponen un cruce entre The Cure y Los Planetas -«Los alemanes«-, cortes en los que los sintetizadores y las guitarras acaparan el protagonismo -«El abismo«- y desarrollos más experimentales -«Canción ligera«-.