Las cosas no rodaban bien para Los Mustang. Ni con la crítica ni con las ventas le cuadraban las cuentas. Recurren a los compositores talismán Pablo Herrero y José Luis Armenteros para que les compongan una canción. El resultado es «La balada de los diez céntimos», una de las menos inspiradas de la pareja procedente de Los Relámpagos en el que el redoble constante de la caja se convierte en cargante.
Para la cara B se incluye una aceptable canción compuesta por el guitarrista Marco Rossi, talento en la sombra del grupo durante toda su carrera.