Con el soporte de los siempre eficaces Relámpagos, que a última hora sustituyeron a Los Teleco, el verdadero conjunto de Juan Pardo, afronta el cantante sus primeras grabaciones, anteriores incluso a las que haría con Los Pekenikes.
La pista principal está dedicada a uno de los más frenéticos números de rock and roll de Jerry Lee Lewis. Cantada en inglés, Juan se pega cuanto puede al original, copiando lo mejor posible todas las inflexiones de voz del escandaloso rocker norteamericano.
Sonido relámpago con su órgano de plástico y el punteo de José Luis para “Muñeca rota” en la que el cantante evidencia que aún tiene problemas tonales y anda bastante verde para medirse al astro francés Johnny Halliday, quien la popularizara en Francia. Más entonado aparece en la balada “Nila” a la que el grupo impele una cierta desolación en un acompañamiento reducido a lo mínimo en el volumen de la mezcla. Este tema sería incluido luego en uno de los primeros discos de Los Brincos. Por cierto, ésta es una composición de Juan y su primo José Ramón, hecha cuando ambos estaban en Los Teleco.
“Cuando un amor se termina” completa el trío de baladas. Suena a plegaria y su melodía es bien tontorrona como hace a una letra lagrimosa y desesperanzada. Este mismo tema fue también grabado ese mismo año con una pizca más de gracia por Los P y P.
Pasarían nada menos que seis años hasta que Juan Pardo firmase un segundo disco como solista.