Dieciséis temas escogidos de entre lo más escuchado de los discos que nuestro crooner había editado durante 1963 y los primeros meses de 1964. Todos ya habían girado mucho a 45 vueltas por minuto y el disco responde a una idea muy extendida en los primeros 60 de utilizar el formato grande solo para artistas consagrados, Guardiola lo era, y para reunir en ellos sus canciones más brillantes. De esta manera, la mayoría de los long play era una especie de grandes éxitos de fulano o mengano fuese cual fuese su título, aunque lo normal era poner el nombre del artista en la portada sin mayores miramientos.
Poco que reseñar salvo que es una selección bastante bien hecha, que deja fuera su número eurovisivo como si fuese un mal sueño que era preciso borrar de la memoria colectiva y de la individual del cantante.