Era un momento díficil para el grupo. Mique Serra acababa de abandonar debido a problemas de salud y Sexy Sadie convertido en trío afrontaba la grabación de este “It’s Beautiful, It’s Love” (Subterfuge, 1998) con muchas dudas. Jaime García Soriano comentaba que "fue un disco que hicimos con mucha presión, ya que nos quedamos como trío y tuve que asumir la cabeza y la composición cuando no era lo que más me apetecía. Y, lo que son las cosas, al final fue nuestro pequeño gran salto". Y es que esta entrega supuso la consolidación del grupo en la escena independiente nacional, tratándose, sin lugar a dudas, de su mejor trabajo. Su sonido gana solvencia y técnica, presentando su mejor colección de canciones, exquisitas melodías con un envoltorio más sofisticado que en ocasiones anteriores y con una mayor riqueza estilística, sin abandonar la contundencia y las guitarras afiladas, pero introduciendo sonidos acústicos y coros como los de Najwa Nimri en “Stay behind me” y Adela Peraita de Sunflowers en “Satellites”, y violines, clarinetes, chelos, saxos y trompetas en “You know that’s the way I like it” y “Hanging lights”, acerándose a un clasicismo en el que The Beatles y David Bowie están muy presentes.
“I´m the brain” es deudor del sonido anglosajón con tintes ruidistas de sus inicios, la voz de Jaime suena ligeramente distorsionada mientras canta ”I will try to show to you the best that I can do”. “A brand new world” representa lo que es este disco, melodías exquisitas envueltas de electricidad y dulzura, con unos arreglos preciosistas y una excelente producción. Los arreglos de acuerda de “You know that’s the way I like it”, que cuentan con la inestimable ayuda de Joaquín Pascual, justifican por sí solo este disco. Con una sección instrumental que aúna electricidad y acústica, y una melodía con cimas y bajadas redentoras.
“Needle chill” sube el nivel, contundencia y electricidad se dan la mano, pero sin perder de vista un estribillo demoledor: “He was a friend of mine / He made me feel so fine / Make up your mind to sail / There´s nothing left to say / I wish you were with me to feel what i can feel / Depressing needle chill…hurt me!”. “Stay behind me” es una de las mejores canciones del disco, una melodía exquisita en la que la voz de Jaime y la dulce Najwa se entrelazan para alcanzar cimas luminosas entre guitarras afiladas. “Satellites” mantiene los esquemas de “Stay behind me” pero con Adela Peraita ayudando a Jaime con las voces, simplemente preciosa.
Tras la dulzura de “May”, vuelve la contundencia con la agridulce “Join us”. “Sweet life” cuenta con la colaboración de Big Toxic, programando pasajes eléctricos que traen consigo una oscuridad que se disipa por momentos. “My bike” comienza pausada pero enseguida las guitarras se afilan y llega un estribillo demoledor, “It´s beautiful, it´s love”. Cierra el disco “The tripper”, con aires de fin de partida, de fin de fiesta, tintes circenses con Jaime tocando el cazoo.
Un excelente disco en el que no sobra ni falta ninguna canción y que incluso podemos decir que mejora con el tiempo. Esta es la cota más alta que alcanzó el grupo. Un disco irrepetible.