Tras entregar una primera maqueta envuelta en peluche rojo cargada de guitarras reverberadas, ecos lisérgicos, space rock y noise evocador; Puma Pumku nos presentan su primer LP. Un disco que nace como un proyecto exitoso de crowdfunding, pero en el que Matapadre (Guerrera, Unicornibot, Telephones Rouges…) acabaría fijándose para su escudería, de forma que su disco debut sale en dos ediciones: la de Matapadre y la exclusiva para los mecenas en vinilo de color psicodélico y formato especial.
De la grabación se encargaron Roberto Mallo y Rodrigo (Triángulo de Amor Bizarro), ¿cómo fue?: “La primera maqueta la grabamos de madrugada, una noche toda del tirón, y bajo los efectos del licor café. Aquí tuvimos que cambiar el licor por el café ya que empezábamos a las 10 de la mañana a grabar. Estuvimos seis días grabando en Boiro en el local de TAB bajo la dirección de Roberto, Rodrigo y la amabilidad de Isa. Pudimos aprender un montón de aspectos técnicos del trabajo de estudio. Al principio estábamos un poco incómodos pero con el paso del tiempo la relación se volvió más informal”, comentan Coque y Pamper. “Is It in You” (Matapadre, 2014) es “una píldora psicodélica que sigue una línea cíclica de retazos atmosféricos, una expedición a distintos paisajes que conduce a una moraleja final”.
Su idea era reproducir en disco su gran directo, uno de los puntos fuertes del grupo, orgías entre lo sonoro y lo lisérgico… “Tratamos de reproducir un poco a nuestra manera las veladas y el ambiente que había en la sala UFO en el año 1967, con Pink Floyd y todas las bandas de aquella época”.
Su sonido apunta a clásicos como los primeros Pink Floyd o los Beatles, pero también a formaciones recientes como Deerhunter, Tame Impala, Morgan Delt, Temples o Pond –el “Beard, Wives, Denim” (Modular, 2012) en especial-.
Abre “Days” con luces de colores entre las sombras, con una psicodelia pop cautivadora pero reposada. Allanando el terreno para que aterrice “Twilight of the mind”. Un hit de principio a fin, con sonoridades clásicas que recuerdan a Hawkwind, a los Beatles más psicodélicos y a unos Deerhunter incisivos pasados de reverb. Algo parecido a despertarse desnudo en el bosque, de noche, con un episodio de amnesia temporal y ver pasar las luces de los coches sin recibir auxilio.
“A window in time” tiene ecos de los Pink Floyd capitaneados por Syd Barrett en “The Piper At The Gates Of Dawn” (Columbia, 1967) y de Temples. “Liquid skies” es un medio tiempo con ritmo lento, en el que la voz de Amadeo nos señala el camino de baldosas amarillas en un mundo perdido teñido de colores. Un viaje mágico y misterioso en el que la música y nuestra mente se expanden.
“Ti como os viches?” es una pequeña subida de ácido de un minuto de duración, en el que tu vista se nubla y alguien te pregunta al oído: “Ti como os viches?” (“¿Tú como los viste?”)… Y tú solo sabes contestar con una sonrisa cargada de química.
“Lebensraum” se va casi a los siete minutos –en la maqueta inicial pasaba de los nueve-. Instrumentaciones evocadoras que van del space rock a los desarrollos progresivos. La voz es un instrumento más que busca la luz. En “The answer lies within” se traen los desarrollos melódicos clásicos aderezados con una sección rítmica intensa.
Cierra “The edge”, el corte más experimental del lote. Tras varios minutos de improvisación eléctrica y acelerada, encuentran la luz al final del túnel con una letanía redentora.
Estamos ante uno de los mejores discos de este 2014. El hecho, es simple. Un viaje que no deberías perderte.