Image Makers

Primer LP de Image Makers, tras el sencillo «Ego Nests» (Discos Humeantes, 2010)  que les sacara Discos Humeantes a partir de la maqueta que grabó en solitario Guillermo todavía en Asturias. Mucho ha cambiado la fisonomía del proyecto tras afincarse ya en Madrid, con la banda estructurada como trío y con un sonido que poco tiene que ver con las oscuridades y crudezas mostradas en el primer trabajo.

El disco fue grabado en tres emplazamientos alrededor de Gijón desde agosto a noviembre de 2011. Allí fueron en un primer momento para, juntos, dejar grabados bases, bajo y batería. Los fines de semana posteriores serían para que entre Ángel Kaplan y Guillermo se terminaran de configurar todas las capas que envuelven el sonido de la decena de canciones que finalmente lo compondrían. Se mezclaría el 10 de diciembre en 2011 en los Estudios Brazil de Madrid, mandándose para la masterización  a James Flames de Electric Frog NC, en los EE. UU., de quien Guillermo había odio muy buenas referencias.

«Image Makers» es un disco que atrapa irremediablemente. Está plagado de buenas melodías y guitarras que proponen historias y mantienen tensión. Es una colección de vigorosas canciones en los que quedan pocos momentos desnudos.

Luminosidad a raudales, como la del comienzo en «Long ago» o «Filters«, o reverberaciones y efectos de resonancia, como unos Who o Yardbirds actuales, cuando le toca el turno a «Chicas» o «Chances«.

Power pop del más brillante y desenfadado (por alguna razón por ejemplo en «Long Ago» me acuerdo de The Rembrandts en su «I’ll be there for you«, el tema para la serie de televisión Friends), dosis de intimismo («Final de la noche«, «Laughter«) o maneras de banda británica (The Wedding Present, The Brilliant Corners), son varias las posibles lecturas de la música de Image Makers.

La voz de Guillermo puede jugar a ser opaca («Chances«) o adaptarse, cómplice, al acompañamiento de la Paula Capdevilla, que colabora muy acertadamente en «Compass» y «Laughter».

El final que propone la secuencia de «Sebastian«, «Your song» y «Lost generation» es realmente interesante. La primera de ellas tiene algo, a pesar de su brevedad, que la convierte en firme candidata a ser la canción más recordada del álbum. En las otras dos, de minutaje mucho más extenso, parecen proponer diferentes variantes para mantener la electricidad en el ambiente, para sostener una aparente incertidumbre o, como es el caso de «Lost generation«, una trepidante tensión.

Como la tensión que produce el haber congelado la imagen del joven que se lanza a un mar rompiente en la portada diseñada por Miriam Pérez. Guillermo nos cuenta haber encontrado en esta foto un complemento ideal para todas las cuestiones acerca del paso del tiempo que plantean las letras de las canciones de este álbum.

Según manifestaba el cantante, su idea al dejar el hardcore de sus grupos anteriores era la de poder experimentar con la libertad que le da el pop. A juzgar por los resultados mostrados en este disco, una decisión acertadísima.