Nos encontramos ante el medio disco menos destacable de Alameda. Y explico eso de medio disco. De los catorce temas de este CD, diez ya formaron parte del anterior «Dunas» (Horus, 1994), que aquí vuelve a repetirse completo. Por tanto, el presente «Ilusiones» (Horus, 1995) queda reducido a cuatro temas, y no precisamente los mejores.
Centrándonos en esos cuatro nuevos temas, encontramos la balada «Luna«, un poco en el estilo de Manzanita u otros neocopleros. Lo más destacado, el acompañamiento del piano, omnipresente durante toda la canción. «La guitarra«, bien cantada por Toñi Martín y José Roca a dúo, trae aires intimistas de cantautor folk. Un sencillo tema sin ningún artificio que, personalmente, me parece lo más destacable de estos escuetos cuatro temas.
«Campanas de mediodía» evoca el pasado de Alameda con una instrumentación encomendada a teclados, sección de cuerda, toques de viento y alguna percusión flamenca. El problema es que se parece demasiado a cualquiera de los buenos temas que el grupo prodigaba quince años antes y no aporta nada nuevo al oyente. Termina este remedo de álbum la canción «Al amor» con una estimable letra y un despliegue rítmico que pasa de los palos flamencos al swing pianístico y a las percusiones caribeñas.
Aquí nos referimos y valoramos únicamente las cuatro canciones nuevas y a lo chungo que resulta reeditar de hecho un disco completo, cambiándole el título, pues el citado CD «Dunas» tiene ya comentario aparte y aquí cumple la función de puro relleno ante la raquítica propuesta del grupo.