Cutrerío en vena con dos canciones para ponerlas en algún museo etnográfico junto al puñal de Guzmán el Bueno y los tebeos de Roberto Alcázar. Ambos títulos compitieron con notable éxito en la edición 1966 del Festival de Mallorca.
Al rebufo de su comercial EP y de su éxito en el verano balear, sale este sencillo que los turistas llevaban en sus equipajes de regreso y que los españolitos canturreaban como un segundo himno nacional.