Terroso y directamente unido a lo natural. Lourdes Hernández, Russian Red, inmersa en ese resurgir de los sonidos sureños de Estados Unidos, presenta su ópera prima “I Love Your Glasses” (Eureka, 2008), homenaje a quien fuera su pareja durante un año, el también músico Brian Hunt, que le ayudo con la grabación del disco y tomó la foto que ilustra la portada.
Con una pizca de ese neofolk que ya se impuso en el exterior con grupos como Wilco, Cat Power, Cocorosie o Devendra, Russian Red pone de nuevo en boca de todos lo vintage y los ritmos tradicionales y sencillos, propios de este estilo musical. Provista de una voz aterradoramente hermosa y adictivamente dulce, cada uno de los doce cortes que componen el disco se mueven entre la nostalgia que provocan los temas más desnudos y la candidez de ciertos destellos pop. Canciones que parecen ser cantadas en un claro del bosque. Con la humedad del rocío y el verde abundante de lo virgen, la sensación se mantiene en todo lo que rodea a la edición del álbum, desde la música aterciopelada hasta los colores pastel de la carcasa, que ayudan a mantener la ensoñación.
Todos y cada uno de los temas merecen ser destacados, pero si de reseñar alguno se trata diré que “Gone, play on”, con ese chirriante comienzo que rasga el cerebro y ese palpitar doloroso que le sigue y que rodean a la canción de la sensación perseguida, con un sabor amargo que permanece con su final apagado y ausente de instrumento alguno, y que continúa en “Hold it inside”, donde el juego de Lourdes con su voz es admirable. Y sin saltar ningún tema, “Nice thick feathers”, con el estribillo más sensual y delicioso de todos, hace honor al rojo de labios que da sentido a todo esto.
Pero a pesar de todo eso, es “Take me home” la que derrite en todos los ámbitos y sentidos. Un inicio exótico y sureño, una taza de té caliente, para cantar a ese algo que en ocasiones nos ronda y no se entiende pero que no se pude detener. Como el escucharla una y otra vez.
Un comienzo impecable para alguien que de seguro tiene mucho que dar. Y encantados de que sea así.