Disco de confección un tanto caótica, que comenzó siendo producido por el habitual Steve Taylor para pasar enseguida a ser responsabilidad de Julián Ruiz y que también contó con sesiones dirigidas en Holanda por los hermanos Bolland. A pesar de ello, guarda más coherencia de lo que se podría imaginar y contiene alguno de los temas más importantes de la carrera solitaria de Vicky Larraz.
Sigue anclado en términos tecno, que ya en 1989 empezaban a estar fuera de sitio. Sobre todo las percusiones dan bastante el cante de un estilo que ya había vivido sus mejores momentos, pero en el que Vicky y sus mentores seguían incidiendo. La participación del saxo en labores solistas en temas como “Maldita timidez”, entre otros, refrescan un tanto la carga electrónica de los acompañamientos.
Este LP –también se editó simultáneamente en novedoso CD- abunda en temas de interpretación tórrida e insinuante por parte de la cantante. “Mucha mujer para ti” y “Bésame”, que encabezarían sendos singles, son buenos ejemplos de esa dicción entre sensual y provocativa con el que la propia Vicky intenta dar imagen de chica devorahombres. Hay que mencionar especialmente el segundo de estos títulos, entre lo mejor de toda la carrera de Vicky.
Lo demás es más de lo mismo, aunque bien realizado en todo caso. “Mi dulce doctor” es una interesante revisión del “He’s so fine”, popularizado por grupos femeninos como The Chiffons y The Shirelles en los primeros 60. Vicky le coge muy bien el punto y logra uno de los puntos culminantes de este álbum.
En canciones como “Cables de alta tensión” es inevitable acordarnos de Mecano, un grupo siempre en el horizonte de los productores españoles de la década de los 80. Un tema marchoso y fácil que resulta estimulante, a pesar de su mal envejecimiento, que hoy nos suena a cierta falsedad.
Dejo para el final el tema más ambicioso y elaborado: “El amor es un huracán”, que protagonizaría también un maxisingle. Un largo preludio instrumental da pie a los susurros confidenciales de Vicky. Un estribillo fuera de lo común, casi etéreo es la nota más significativa y atractiva de este tema en el que la instrumentación raya a gran altura. También aquí el saxofonista luce sus habilidades. Desde luego, uno de los temas más importantes de la carrera de esta cantante.