La mayor parte de los conjuntos catalanes de los 60 hicieron sus primeras armas discográficas en Marbella, un sello filial de Vergara con buen ojo para descubrir talentos prometedores. Allí era relativamente fácil grabar, pero luego esos discos apenas eran distribuidos y promocionados para desesperación de sus intérpretes. Los Salvajes son fichados por Marbella a principios de 1964. Su primer disco nos presenta un conjunto, como la mayoría de ese tiempo, con una clara influencia Shadows en su instrumentación y en el sonido de sus guitarras y un cantante de dicción redicha y gustos melódicos, alejados de lo que luego sería el grupo y, sobre todo, a años de luz de lo que luego sería la forma de cantar de su líder Gaby Alegret.
“Hoy comienza mi vida” posee un ritmo alegre y un cantante que vocaliza tanto cada palabra que acaba por caer en el amenaramiento. El acompañamiento es correcto con un sonido demasiado cortante en las guitarras y una resultona línea de bajo. La principal característica de una canción popularizada en Francia por su rocker nacional, Johnny Halliday, “Nada ha cambiado”, es el sonido de la guitarra de punteo tocada en las proximidades del puente. El cantante desgrana esta balada cursi y tediosa, cuyo final agradece el oyente. La versión de “Boys” remeda como puede la canción grabada por The Beatles en su LP. Es el número rítmico del disco. El grupo parece encontrarse más a gusto que en las dos anteriores, aunque la comparación con los de Liverpool puede resultar sonrojante. El tema propio “Con el corazón” es de lo menos malo del EP con una buena guitarra de punteo, un ritmo efectivo en segundo plano, una batería pródiga en breaks y un cantante gritón.
En suma, es el clásico disco de debut de un grupo de chavales que dan unos esperanzados primeros pasos, pero que aún tienen muchos defectos por pulir. Los Salvajes de dos años después resultan aquí casi irreconocibles. En 1966, cuando Los Salvajes se estaban consagrando como un grupo grande, la casa Vergara reeditó este disco con una portada distinta para aprovechar el tirón comercial que en esos momentos tenían.