Horrores Varios de la Estupidez Actual

Con claridad y precisión, el título de este disco nos resume lo que en él se narra. ¿Álbum conceptual? Realmente es intrascendente, pues otros y de mayor enjundia son los hallazgos o, simplemente, los puntos de interés que 713avo Amor consigue en este disco. Mencionaba el onirismo que emanaba de las letras del «A Veces el Dolor» (Experience, 1993), pero aquí tornan enfermizas; parecerá trastornada visión, pero es absolutamente real.

Sin abandonar los elementos que hicieron grande a su primer disco, aquí nos encontramos a unos 713avo Amor más explícitos y directos, con un Desastre que recita mucho más de lo que canta, que habla directamente al oyente -«Tu canción favorita«-, haciendo gala de un humor negro, casi maligno, que a menudo entra en el cinismo. Este disco es todo lo malo de las cómodas vidas, y que encuentra su cenit en «Alubias y sus sueños rotos», canción apabullante, tremenda, llena de sorna y de descripciones tan sucias y sofocantes como tristemente cercanas. Y en medio de todo eso, el pobre Alubias, cero derrotas como amateur, viendo hechos trizas sus sueños. Solo esta canción justificaría por si misma todo el álbum -si bien en «Nos cambiaron por pistolas» encontramos otra tremenda narración, atractiva en su repugnancia-, pues en ningún momento como aquí encontramos mejor expresadas, con mayor claridad y angustia, los horrores varios de la estupidez actual.

El caso es que aún queda mucho disco y mucho horror por relatar. Hacerse eco de todo él solo puede ser malsano, o un sacrificio lleno de nihilismo. Pero 713avo Amor la señalan tan explícitamente y con tanta furia que solo queda sobrecogerse: «El bar de Dios», «Irse» o «Un día, solo, ante la puerta de mi cabeza«, entre otras, revelan historias que corren paralelas a nuestro día a día, pero que son mejores evitar.

La continuación a tanto exorcismo emocional solo podía ser el fin. Y el fin fue.