Con un nombre que no puede ser más tecnológico ("Hello world" es la frase test por antonomasia de los programas informáticos), y una intro más electrónica aún si cabe, presentan los Kindergarten su tercer trabajo de estudio. Un disco, sin embargo, con menos electrónica y cacharreo de lo que a la postre se podría adivinar, y que sigue por los derroteros de su primer EP ("Sara"), con algunos ecos hindues a lo Kula Shaker (como en "Algo bueno").
Rescatan, además, la mejor canción de su anterior entrega, "Esquemas", a la cual le dan un pequeño barniz, haciendo una tercera versión, quizás prescindible.
Haber teloneado a Stereolab es algo que debió, sin duda, marcar a la formación. Quizás por ello su mejor tema en este trabajo sea "Bus", que recoge las influencias de los londinenses, con la voz suave de Elena Garrido, que acabaría uniéndose felizmente a la formación.
Quizás el problema del disco sea su dispersidad. Recoge buenas ideas, y buenas canciones, pero no hay una cohesión entre las mismas -poco o nada tienen que ver canciones como "Sara", "Esquemas" y "Algo bueno", las tres seguidas-, y junto a buenos temas (como los destacados), se incluyen otros como la sonrojante "21st century love song" o la versión de Raphael, simplemente, infame, por lo que el disco se queda a medio camino, y ello es una pena, porque este sea posiblemente el que contenga las mejores canciones de la discografía de los valencianos.