Tras el estupendo EP anterior, Rosalía se apresura a sacar otro disco de versiones de éxitos extranjeros. La cantante está en racha y vuelve a conseguir esa frescura aparentemente fácil que la caracterizaba y que engatusaba a todos los jóvenes de su época. Quizá la elección de la pista principal no es la más afortunada, pues “¿Qué tal, Dolly?” le queda un tanto peñazo. Mejora la cosa en las siguientes pìstas con tres números ciertamente atractivos.
El “Crossfire” era otro de los muchos bailes que eclosionaban en aquellos momentos. De origen norteamericano, fue grabada primero por el grupo vocal The Orlons y aquí en España fueron Les Surfs quienes lo protagonizaron. En la cara B dos productos genuinamente europeos. Una buena versión de la balada “Ciudad solitaria”, la canción que llevó a la fama a la italiana Mina. La otra europea, concretamnete francesa es la alegre “Si yo canto” con la que la rubita Silvie Vartan robó el corazón del viejo continente, aunque Rosalía se queda en un reflejo tirando a pálido del original.