Unicornibot comienzan a tocar con formaciones como Shellac, Don Caballero, Sleeping People, The Joe K-Plan, Graveyard, Fugazi e incluso At the Drive-In en mente. Y todas esas influencias sirven para hacernos una idea de los que refleja su sonido: math rock apocalíptico con aproximaciones a la psicodelia, al rock progresivo y al post hardcore.
Su primer LP son nueve canciones grabadas en riguroso directo en los estudios Brazil por Javier Ortiz y masterizadas por Bob Weston (Shellac) en Chicago Mastering Service. El brillante artwork es obra de Xosé Lois García.
Muestran un sonido consolidado, ritmos frenéticos y rápidos que destilan intensidad y energía. Dejan a un lado las concesiones y se dedican a organizar su propio caos de manera calculada. Abren con “SuperMarioCesar”, el título es un juego con los nombres de los dos componentes de Joe K-Plan. Un corte con una base rítmica potente que termina armada a base de pesados riffs.
“La segunda es la tercera” se presenta con tintes más progresivos y “La tercera es la segunda” con esa cadencia math rock marca de la casa. Don Caballero no están tan lejos.
“Tinoni” tiene un título muy explícito, esa es la base rítmica semihipnótica que dirige la acción. Lo mismo ocurre con “Timbalada”, en este caso son las percusiones las protagonistas. Un tema espontáneo y potente que sirve de presentación de “La primera es la primera” (aunque se coloque de sexta), uno de los mejores cortes del álbum, con una base contundente, múltiples efectos y una melodía contagiosa y efectiva. Cierran con “Acoples”, dejando el listón muy alto.
El caso es que su disco debut tiene un importante impacto dentro de la escena más underground y su inclasificable rock instrumental va ganando cada vez más adeptos.