Uno de esos discos que pueden sonrojar al oyente y al creador. De aquel inspirado grupo de finales de los 60 comprometidos con la segregación y otras nobles causas, pasamos a este bodrio de teórica alabanza costumbrista al movimiento hippy. Una cancioncilla realmente floja con una letra digna del mejor cantamañanas y una música de orquesta verbenera de segunda categoría.
El disco conoció también la doble edición cantada en inglés y en español.