Guitarras y Tambores

Durante años cada vez que a Cola Jet Set en una entrevista les preguntaban cómo definirían su música siempre contestaban: «pop clásico hecho con guitarras y tambores«. Pero después siempre acababan publicando los típicos clichés que venían arrastrando años atrás, que si eran unos ñoños, que si el tonti-pop o que hacían pop naíf edulcorado. Por lo que, para que no volviera a pasar y con un punto de humor y retranca, todo sea dicho, decidieron usarlo para dar nombre a su segundo largo para ver si el mundo se daba por enterado. Con este disco rompían dos años de silencio discográfico, siendo la primera referencia que grababan en su nueva casa, el sello Elefant. Los referentes musicales de este «Guitarras y Tambores» (Elefant, 2009) básicamente son casi los mismos que los de su anterior trabajo; el soul, el sunshine-pop, el northern soul… pero aquí se abren a otros estilos más actuales como el pop nuevaolero o el donosti-sound. Con todo, su discurso suena más homogéneo aunque quizás se echa en falta algún hit instantáneo como sí los había en «Contando Historias» (Subterfuge, 2004).

La mayor novedad, aparte de la introducción de estos nuevos estilos que ya hemos mencionado, aparece en el apartado compositivo, ya que éste no recae únicamente en Felipe, sino también en las chicas del grupo. Así nos encontrarnos con temas de Cristina -«Chocolate y té«-, de Alicia -«Dulce despertar» y ese «Subidubi» que «Es aquello que tenemos las chicas de demolición y que todos los hombres quieren descubrir«- y de Ana, siendo éstas las más interesantes. En «Nadie nos va a poder parar» se acercan al sonido donosti, mientras que «Tonto corazón» cuenta con unos arreglos muy Tamla-Motown.

Entre los temas compuestos por Felipe hay dos que eran más que conocidos por el público. «Suena el teléfono«, que ya aparecía en el single homónimo “Suena el Teléfono” (Subterfuge, 2007); y «El sueño de mi vida«, tema con el que se presentaron a Eurovisión, y que es uno de los más destacables del LP.

Del resto, destacar la beat «Guitarras y tambores«, que, junto a las ya mencionadas «El sueño de mi vida» y «Tonto corazón«, forman una tripleta inicial ganadora; «En esta pista ya no se puede bailar«, que tendrá su propio single posterior; y «Prometiste volver«, con un toque a The Shangri-Las que le da un aire diferente al disco. El final, como en «Contando Historias», lo ocupa un instrumental: «Cola Jazz Vals» con ligero aroma a banda sonora fílmica.