Guerrero Álvarez

Guerrero Álvarez

Ya habían colaborado en «Alas, Alas» (BMG, 1995) y «Hechos de Nubes» (Pequod, 2006), un disco tributo a Pablo Guerrero en el nuevo sello de Ismael Serrano. Un buen día, Javier llama a Pablo y le dice: «oye, maestro, por qué no me pasas algún poema de esos tan bonitos que haces tú». Uno no, trece. Dos se quedaron fuera; el resto están en «Guerrero Álvarez» (Rosevil, 2009).

Pero no todo el monte es orégano, porque con las virtudes del extremeño, que no son pocas, van también los vicios. Y si hay un vicio/virtud que le persiga, es su manía de trillar vocablos y conceptos nada innovadores. Se podría hacer un tratado sobre Pablo Guerrero, la ornitología y las raíces de Empédocles. Las aves, con toda su familia semántica, no escapan, por supuesto, a este disco. Ni los cuatro elementos, aunque del que se abusa es del agua (por todas partes hay, ríos, lluvia, mar, manatiales, nubes…). Que la luna se asome en cinco de las seis primeras canciones es lo que hace definitivamente inevitable el reproche.

Si a esto añadimos la dificultad que entraña poner música a poemas ajenos, podemos echarnos a temblar. Sin embargo, como sucedía con «Grandes Éxitos» (DRO, 2001), si uno no está puesto en antecedentes y toma este disco como debe tomarlo, como un todo y no como una pieza de la obra de Pablo Guerrero, puede parecer, en efecto, merecedor del Premio de la Música al Mejor Álbum de Pop Alternativo. Álvarez pone todo de su parte para sacar adelante a la criatura.

A la onanista letra de «Mesa de trabajo», le adjudica una música que, aunque menos reguetonera, recuerda un poco a «Padre». ¿Cómo se puede acercar al poeta a esos ritmos? Pues guapamente, señora. Parece que Javier sabe lo que se hace. Otra muestra es «Noche», una verdadera exquisitez. Y eso que da la sensación de que en cualquier momento va a aparecer Miguel Bosé cantando el estribillo de «Nena». No aparece, no.

Hay cosas que pasan casi siempre, pero solo hay una que no falla. Álvarez hace eficaz en «Pero siempre te amo» el recurso electrónico que años atrás deslució su versión de «Si no te tengo a ti». ¿Hay vida después de estas tres perlas? Pues sí. La decepción inicial de «Querido periódico» se convierte en devoción a la septuagésimo novena escucha (igual me quedo corto con el ordinal).

Y la imaginaria cara A se cierra con la inspirada «Pido a las nubes que alientan mis poemas», en la que al fin aparece la voz de Pablo (que repetirá en la siguiente), con su contundente recitado: «Pido misericordia por estar cansado; pido la paz de todos, porque se merece…». A los setenta y cinco segundos, arranca un coro que en algún momento (allá se las entienda cada oyente con su paciencia) deja de ser una genialidad para convertirse en un exceso.

Si al principio del disco buscaba la inspiración en su mesa de trabajo, ahora busca el descanso en su «Generoso sillón». Y las musas también se toman un descanso. «Arde la tarde», viene de lejos, con un fade in eterno, y logra pasar por delicada y agradable. Pero el nivel de las rimas sigue cayendo en picado, hasta tocar fondo en «Azar». La música parece aprovechable, pero el conjunto resulta horrendo.

Acude pronto al rescate «El hombre que oculta su pasado». A este poema no le hace falta mucho para sobrevivir, pero, entre las bases y ese tono casi burlón que emplea al cantar, aún le da una vuelta de tuerca. ¿Se pueden decir semejantes barbaridades con semejante ligereza sin ser tonadillera? Se conoce que sí. «Mano» no es una versión, aunque resulta difícil creerlo; reminiscencias aparte, si llega a firmar eso en Chrysalis, tenía otro número uno en 40 Principales. Por último, el Álvarez punki reaparece con «Botas de andar», que tampoco es una versión (ya está registrada en «Grandes Éxitos»), sino un nuevo guiño a Nancy Sinatra.

Pese a sus baches y enfermedades, si esta es de nuevo la primera parte de una trilogía que crecerá como lo hicieron las anteriores, podemos empezar a frotarnos las manos.

Grupo:

Javier Álvarez (Madrid, 1969) es un estudiante...

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Tracklist:

CD 1

  1. Mesa de trabajo
  2. Noche
  3. Pero siempre te amo
  4. Querido periódico
  5. Pido a las nubes que alientan mis poemas
  6. Generoso sillón
  7. Arde la tarde
  8. Azar
  9. El hombre que oculta su pasado
  10. Mano
  11. Botas de andar

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