“El clásico recopilatorio de cualquier grupo con una carrera dilatada”; eso es lo que podría pensar cualquiera al ver la portada del disco y ver el nombre; y parte de razón no le falta, sin embargo con Extremoduro tenemos que matizar, siempre.
Se trata efectivamente de un recopilatorio, pero también de un ejercicio de justicia con el material antiguo de la banda, de producción poco cuidada cuando no deficiente debido a la racanería de las compañías. Para paliar esto la banda volvió a grabar temas de sus primeros discos para dejarlos más potables.
Lo cierto es (y esto es una opinión muy muy personal) que aunque algunos temas ganan muchísimo, otros, estando ahora muy decentes, pierden algo de encanto. Igual es que soy un romántico y un nostálgico empedernido. Juzguen ustedes.