Autoeditado, controlando todos los pasos del proceso y edición, aprovechando tanto la ayuda de Gilen como la experiencia de trabajar en una empresa de sonido de dos de sus componentes, los vitorianos Iramo certifican con este Ep su debut.
Consecuencia (o simple muestra palpable) de la actividad que se vive en la escena del punk Oi! vasco en la segunda década del siglo XXI, el caso es que la banda alavesa propone un sonido fresco y luminoso que sirve de buen contrapunto de las rocosidades de otras bandas contemporáneas.
Se palpa vitalidad en los primeros cortes, tanto para mencionar los 10 años, como para certificar la procedencia callejera de su música. Y si en este arranque del Ep parecen alinearse con propuestas como las de los navarros Tatxers o Rotten XIII ofreciendo una vertiente menos lineal y monolítica que los sonidos de otros compañeros de generación, con «Tarteko belaunaldia» recuerdan a los primeros Zarama.
Cierran su bautismo en vinilo con el recuerdo a la tierra. Enganchan con los coros y un ritmo vivo y galopante en una canción que evoluciona a medida que avanza explorando derroteros diferentes.
A la espera de más material de los de Vitoria que han sabido además no perder comba con los esfuerzos recientes por recopilar la más rabiosa actualidad del punk vasco.