La primera grabación seria de Xmilk es este mini-CD que vio la luz pocos meses después de la edición de “Personal” (BCore, 1995). Como se ha dicho ya, para él rescatan la canción que le daba título a aquella referencia, y si vamos directamente hasta ella (casi al final del disco) ya vemos las diferencias. Aparte de un sonido notablemente mejor, el grupo perfila y define su estilo, que poco a poco va más allá del hardcore punk: si ya la canción era dura, aquí se hace aún más extrema (no digamos ya las nuevas composiciones, como «Project» o «Deal«). Ese será uno de los elementos que definirán al conjunto en su urgencia vital.
Para entonces ya se habían producido importantes cambios de formación en el seno de la banda (en abril entra Dani a la guitarra y pocos meses después Manel al bajo, creándose lo que se entiende como la formación “clásica” de Xmilk), así que el valor de estos en el progreso del conjunto es indudable: ya no queda intención straight edge en la banda y se toman esto mucho más en serio, como se nota en la evolución técnica del conjunto.
La verdad es que hay que estar muy atento porque las ocho canciones del disco transcurren en un cuarto de hora de reloj, por lo que nada de “música de fondo mientras limpio el baño”. La intensidad es tal y constante en todos los temas que forman una homogeneidad casi perfecta. Tal vez si durase media hora a alguno se le haría pesado, pero en quince minutos es imposible.
Todo esto, que ya otorga un valor importante a la grabación en sí, no deja de ser un formidable camino para su larga duración.