El primer trabajo de Manu G. Sanz (Selvática, Indómitos y Digital MotherAñade este contenido) bebe de ese pop preciosista e íntimo de Love, Big Star, Nico… «Me gusta música de todo tipo, no importa la época, pero al trabajar en las canciones de este disco, poco a poco fui acotando las posibilidades de la producción hasta conseguir una paleta de sonidos bastante homogénea con ciertas reminiscencias en los 60’s o 70’s que son décadas que han dado un sinfín de álbumes que me encantan.
Trabajé el disco sin tener ninguna referencia en concreto. Tan solo obedecía a lo que iban pidiendo los temas. Una vez terminado el trabajo es inevitable apreciar en él ecos de la arquitectura vocal de las canciones de los Beach Boys, El sonido costa Oeste de Arthur Lee & Love, el intimismo casi claustrofóbico de Syd Barrett, la sensibilidad pop de Big Star, el sonido crudo de Neil Young, así como la melancolía de Jeanette ,Vainica Doble, o incluso algunas cosas de Los Brincos«.
Con respecto a la grabación, Manu indica que «Todas las canciones fueron compuestas con guitarra acústica. Para mí era importante que, aunque cubriera las canciones con mucha instrumentación, éstas funcionaran tan solo con guitarra y voz. Por lo tanto el esqueleto de las canciones estaba bien definido desde el principio.
Una vez que seleccioné las que más posibilidades tenían y terminé las letras, fui añadiendo los demás instrumentos poco a poco. El proceso duro unos siete meses en total, ya que para encontrar la expresión que quería en cada canción, probé a cambiarlas de tono, de tempo o incluso de compás, hasta dar con lo deseado«.
Encontramos un cambio importante en las letras, «en los textos de mis anteriores grupos predominaba una imaginería más oscura. Eran como psicodramas que casaban bien con lo que hacíamos musicalmente. En “Flores y diosas” en cierto modo di un giro de 180 grados. Es otro aspecto de mí, más luminoso.
Las canciones hablan de amor, de muerte, de sentimientos, la alquimia de las emociones… Me inspiré en lo que ha sido mi vida estos últimos años. Es como si hubiera acumulado mucho material inconscientemente que salió a la luz a través de los temas de una manera bastante orgánica y natural«.
Un viaje íntimo y personal armado con cuerdas intensas, la suavidad que trae la brisa cálida del verano, ensoñaciones cargadas de magia, y poesía: «Flores y diosas / resurrección / eres la luz que nutre todo mi interior / tesoro de noche, cielo de espuma / Ramo de rosas / bruja infantil / sé que mi amor se ahoga en la lluvia de abril / todas las canciones son para ti» canta en la canción homónima que cierra el disco.