Desligada ya de su contrato con La Voz de su Amo, tras un año de escasa actividad, ya casada con el tambien cantante Santiago Palaú –Santy– y con una imagen absolutamente distinta y teñida de rubio, Gelu graba para Marfer, un sello por entonces de segunda fila, un single con dos temas de Eurovisión de aquel año, cantados en español. Una salida por la puerta trasera y de puntillas de una de las principales voces femeninas de la historia de la música española.