Eterno Santiamén

No se lo pensaron mucho Adefesios, o lo que es lo mismo, la terna que formó Murky López junto a la que por entonces era la sección rítmica de R.O.B.O. (Iñaki y Koke), para plasmar en vinilo las canciones que habían preparado al arrancar el proyecto.

Grabaron con la asistencia de Mario (componente asimismo de R.O.B.O.) utilizando la técnica que siguen habitualmente en su grupo: tocar todos juntos en directo en el mismo local de ensayo, situado en el Rock Palace.

Intercalando algún momento instrumental («Burujón» o «Café Dragón»), el trío se lanza a la disección de la normalidad más absoluta: el absurdo de almacenar cosas en vida, la injusticia de la fuerzas del destino… Pero todo ello contado desde la óptica particular de las letras de Murky. Todo empapado de ese poso casi genético que puedes encontrar en muchos de los proyectos musicales por los que ha pasado. Un hilo conductor que con un punto cacharril, casi de duende, se enfrenta a cuestiones de todo índole siempre a través de un prisma insospechado. Las comparaciones de este surrealimo de la cotidianidad con universos como los de El Niño Gusano o Soul Bisontes, valen sólo como una primera aproximación, pero acercan la explicación. Nada mejor para ilustrar gráficamente todo ello que la misma portada: foto impagable con la grafía personalísima (encontrada en la calle) que ya aparece en otros trabajos previos en los que ha participado el de Villaviciosa de Odón.

En lo musical, la presencia de Iñaki y Koke garantizan una crudeza que hace pensar a veces («Café Dragón» o «Corazones atolondrados») en Minutemen. Aunque no hay necesidad de extender comparaciones, es cierto que se podría pensar en el hálito de Patrullero Mancuso cuando acometen «Finolis en Rusticolandia» o «Fuerza todopoderosa», mientras que la lentitud casi de nana con el que terminan el disco con el corte que le da título, hace pensar en Surfin Bichos.

Debut más que jugoso de una de las asociaciones más interesantes de la escena madrileña.